Hoy se conmemora el día de la víctima del delito.
Hoy recordamos a todas esas personas a las que día a día unos pocos no les respetan sus derechos.
Hoy recordamos también a todos los que son indiferentes a los hechos de inseguridad.
Hoy seguimos pidiendo justicia para que esto no se repita más.
Si se es indiferente a lo que le sucedió a tal o cual persona concreta ello podría deberse a que se es un egoísta crónico que no piensa más que en sí mismo, en tanto que si se es indiferente a lo que le sucede a la víctima del delito en general, en abstracto, entonces no es que sea moralmente criticable sino más bien que se es cómplice de la delincuencia misma. En un caso se es indiferente frente a la víctima del delincuente, en el otro frente a la víctima del delito. En el primer caso se es inmoral, en tanto que en el segundo además de inmoral se contribuye al éxito del mal social que se desea erradicar.
En efecto, si alguien es víctima de un criminal, en la medida en que ese alguien puede ser cualquiera de nosotros, todos y cada uno de nosotros somos también víctimas no de ese delincuente en particular, pero sí de la delincuencia. Por ello en una sociedad operante y funcional la expresión “x fue víctima del delito” implica (junto con otras premisas) “todos fuimos víctimas del delito”. Todo lo relacionado con la injusticia y la delincuencia nos atañe a todos, nos guste o no.
Debe quedar claro que si, por una parte, tenemos de manera casi instintiva un sentimiento intenso de rechazo frente a la injusticia y, por otra, la víctima de la delincuencia es siempre el conjunto conformado por la persona directamente afectada y el resto de la población, entonces la no represión del delito constituye una injusticia generalizada, puesto que las víctimas del delito somos todos los que somos susceptibles de caer en sus garras.
En efecto, si alguien es víctima de un criminal, en la medida en que ese alguien puede ser cualquiera de nosotros, todos y cada uno de nosotros somos también víctimas no de ese delincuente en particular, pero sí de la delincuencia. Por ello en una sociedad operante y funcional la expresión “x fue víctima del delito” implica (junto con otras premisas) “todos fuimos víctimas del delito”. Todo lo relacionado con la injusticia y la delincuencia nos atañe a todos, nos guste o no.
Debe quedar claro que si, por una parte, tenemos de manera casi instintiva un sentimiento intenso de rechazo frente a la injusticia y, por otra, la víctima de la delincuencia es siempre el conjunto conformado por la persona directamente afectada y el resto de la población, entonces la no represión del delito constituye una injusticia generalizada, puesto que las víctimas del delito somos todos los que somos susceptibles de caer en sus garras.
Comencemos a tomar conciencia.
Esto no debe repetirse NUNCA MÁS.
Es hora de que nuestros gobernantes nos empiecen a escuchar.
1 comentario:
creo que todos los ciudadanos debemos unirnos y ustedes han sido un buen punta pie, creo que los empleados nuestros deben empezar a trabajar y una idea es urbanizar a las villas ya, hacer un registro de las personas que viven alli, a que se dedican, si sus hijos van a la escuela, conocer quienes viven en nuestros barrios, exigirles una contraprestacion efectiva de los planes que cobran, hay mucha gente preparada para realizar esas tareas, y reestablecer el orden en la sociedad sin tenerle miedo a la palabra orden que facilmente se confunde con represion, hay muchas escuelas y hospitales que necesitan pintura, limpieza,y demas....
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